Segunda-feira, 24 de Maio de 2010

Mis Camélias-5

Raúl Iturra
APÉNDICE

Aunque algunas personas con poder pretendan, desde hace mucho, hacernos creer que la libertad económica es buena, lo que es una falacia. Como también es un engaño el término liberal en Europa. Véase la matización, dado que en el viejo continente y en el nuevo no significa lo mismo.
Mientras en Europa es la tendencia económica que promueve la liberación de los mercados, en América se refiere a las personas de mentalidad abierta, por lo que siendo poco estrictos, podríamos decir que son definiciones antagónicas. En Europa, ese liberalismo sería algo similar al libertarismo, pero sin sus matices anarquistas. Esa es la razón de utilizar el término neoliberalismo acuñado, creo, por Georges Soros. La libertad de mercados implica la libertad para establecer monopolios y la libertad para que el que tiene más dinero imponga sus normas, por eso los mercados deben estar regulados. De hecho existen muchos grados de liberalismo, pues bien, la escuela de Chicago estaría con aquellos más alejados de las ideas de Keynes y de Galbraith. Esta escuela ha dominado la economía mundial desde finales de los sesenta, pero a raíz de la crisis de los tigres asiáticos y el fracaso de su aplicación en Argentina, se ha iniciado un proceso de crisis. En trabajos recientes se ha demostrado que muchos de los trabajos de esta escuela y en especial de Friedman estaban realizados en un proceso inverso, es decir, primero se ideaba lo que se quería hacer y luego se creaba un estudio en el que se demostraba la validez de esas acciones, si algo fallaba después, siempre se podía culpar a factores externos. Eso pudo servir para Rusia y Argentina como explicación, pero cuando China se negó a seguir los consejos del FMI y contrato a sus propios economistas (la mayoría keynesianos) y salió fortalecida de la gran crisis asiática, el castillo de naipes neoliberal se vino abajo. En nuestro país hay grandes seguidores de Friedman, a pesar de las evidencias, pero además tienen un poder político y sobre los medios de comunicación tan grande como para censurar las teorías que no les son afines. De hecho en España existen grandes economistas de raíces socialdemócratas pero que tienen verdaderos problemas para publicar sus trabajos, mientras entidades como FAES publican los trabajos, incluso inacabados o probadamente erróneos, de "economistas" neoliberales. Respecto a los parias… quienes ha visto un paria gobernando una empresa de alto nivel, la oligarquía dominante tiene asegurado esos puestos, si quieres dejar de ser paria solo puede ser servil adlátere de segunda".

Publicado por Khamykhaze en 12:38 [57]
Decía yo, grande vuelta he dado, por causa de nuestras hijas estar enfermas muchas veces durante el año. Sabíamos como cuidarlas, pero no curarlas... ¡antes supiéramos! Porque si las supiéramos curar, estaríamos ciertos y seguros de tenerlas siempre con nosotros.

Para seguir una cierta cronología, es necesario decir que la época del neoliberalismo había comenzado[58]. Nuestras hijas nacieron en la época previa a la denominada globalización de la economía[59], es decir, cuando la teoría que orienta nuestras inversiones y nuestro mercado de trabajo, pasa a ser, mas una vez, de autoría de los propios propietarios de los medios de producción, que se apoderan cada vez más de la circulación de los bienes. No es extraño encontrar propietarios de empresas de teléfonos celulares que no sean también dueños de mercados. La riqueza, en la globalización, como había sido debatido por Marx en su libro histórico El Capital, ya citado y referido antes, se concentra cada vez más en las manos de una minoría. No es extraño que haya acontecido la ya referida guerra contra los Sunitas de Irán, cuando Saddam Hussein[60] quería controlar el petróleo, para su familia y amigos, de Irán, Irak y otros sitios del Golfo Pérsico y así dominar el mundo al ser propietario de una empresa única de la fuerza motora de las empresas, de la alimentación y del resguardo del frío y otras necesidades básicas. Al camino salió de inmediato otro controlador del petróleo del mundo, los Estados Unidos de América, y la familia que, para dominar el petróleo, conquista la Presidencia de la República Norteamericana, La familia Bus y sus aliados se han apoderado de todo el petróleo al conquistar Irán por guerra y mantener allí sus tropas, deshiladas permanentemente por los Sunitas y los Shiitas, con apoyo de los propietarios de petróleo Árabes del Golfo Pérsicos. Encontró aliados poderosos en Europa, como el Gobierno de Gran Bretaña[61] y de Alemania, "colgados" a los Norteamericanos para tener un costo de vida más barata, lo que resultó en la caída del Primer Ministro Blair y del Partido Demócrata Alemán. Pero la Alianza comienza a caer, como está referido en el texto on line, referido al pié de página[62] La impopularidad de Bush hijo es muy grande en el mundo entero.

Éste es el mundo dentro del cual nuestras camelias deben vivir y criar a sus hijos. Es, también, la razón por la cual nos preocupábamos tanto de su salud, sabiduría e inteligencia, bien como de cultivar su espíritu aventurero y de saber de ciencia. Ellas iban a vivir en un mundo permanentemente en cambio, como yo lo había pensado y escrito en mi tesis en la Universidad de Edimburgo [63].

La primera enfermedad de nuestras hijas, parece ser del cuerpo, pero, al llegar a esta parte de la historia de ellas, pienso que era más social de que biológica. Las biológicas existían y grandes sustos tuvimos con la adquirida por Eugenia en Vilatuxe, Galicia, esa de una meningitis viral, adquirida dentro de los establos de vacas, donde jugaba con sus amigas y que nos la iba matando. O la de Camila, una neumonitis, que la llevó al Hospital, cuando Gloria y yo paseábamos, para enamorar un poco, en París. Mal supimos la noticia, volamos al primer avión y corrimos a Cambrige. Lo que será narrado en el Capítulo siguiente.


Este quería acabarlo apenas con una idea: la enfermedad social causada por el capitalismo y la corrida a la guerra para ganar apoyo en inversiones y alianzas con otros países, deseosos de riquezas que no tienen, pero que, con el poder de las armas, podían tomar. Es la mayor enfermedad que ellas tuvieron que vivir, explicada por nosotros de la forma más calma y simpática posible, para la edad de ellas: Eugenia tenía 9 meses a su llegada a Londres primero y desde allí, a Edimburgo. Camila, tres, a su llegada a Londres, para ir a Sussex y Cambridge, dos sitios que, mas tarde, serían la base de su saber y su trabajo y de su reproducción.
Queda para el próximo recuerdo.

4. - Necesidad de agua
Este recuerdo de necesidad de agua, nace de un problema que tuvimos con una nuestra Eugenia de un año, cumplidos en nuestra casa de 7 Carelton Terrace. Tuvimos muchas visitas para esa celebración. ¡Era el primer año de vida de nuestra primogénita viva! Había otro antes, Diego, que se perdió. La fiesta debía ser grande. Era, para nosotros, una grande celebración. La habíamos esperado con la desesperación de los padres que pierden el primogénito, ella era ahora nuestra primogénita y única hija en esos días. No solo hija, como una dedicada compañera de familia, no teníamos a nadie en Escocia, excepto esta familia de tres, un pequeño brote de nuestra familia alargada. Pero [64]también habíamos hecho familia, con los amigos de la alegría, los Gáudio, ya narrados antes... No sólo ellos, eran también Peter y Diane Wass, nuestra casi familia. Peter era el orientador de mi tesis en la Universidad de Edimburgo, gran amigo mío, me confiaba sus intimidades y vice-versa. Era una gran amistad que nos unía que, por estar ya narrado en otro libro mío, no digo nada más. Excepto talvez que hay una cierta manera británica de amar a los amigos, que pasa muy cerca del deseo. Era lo que acontecía entre Peter y yo. Definidos heterosexuales como éramos, él quería que siempre me sentara a su lado en su automóvil, tocaba mis piernas o me tomaba de la mano, y, a veces, hasta me daba un beso en la mejilla. Cuando fuimos a la Universidad de Liverpool, para un curso de Ciencias de la Educación durante una semana, no había noche que no viniera a mi habitación, se sentara sobre mi cama y hablábamos, hablábamos por la noche dentro, y bebíamos de una botella de güisqui que yo había comprado. Conversaciones excitantes sobre ciencia, sobre las culturas de otros pueblos, sobre cómo amábamos nuestras mujeres, los amigos y sobre nosotros mismos. Era casi una relación homosexual, satisfecha apenas con conversaciones y referencias a las formas homosexuales de ser de... otros. Esa forma de cariño, aún cuando era muy permitida, era casi un permanente flirteo masculino. Los dos amábamos a nuestras mujeres y hablábamos de ellas, lo que sólo acontecía cuando estábamos solos. Era una amistad con amor, cariño, confianza, seducción ética e intelectual. Ese cariño íntimo entre hombres. Los Wass eran convidados permanentes de nuestra casa, no podíamos estar sin ellos, iban siempre iban a visitarnos, las conversaciones improvisadas se alargaban y comían con nosotros. Como acontecía con los Gáudio. Los Wass, para retribuir nuestros encuentros en Carelton Terrace, nos convidaban a su cottage en las, por ellos llamadas, High Mountains, o cerros altos o montaña, al lado del único lago que es denominado como tal, el Lake of Mantith[65]. Gloria y yo nos reíamos, habituados como estábamos a las grandes montañas de la Cordillera de los Andes, especialmente el monte Aconcágua[66], con los Gáudio, cuando también iban a esos paseos. Ellos también reían de las Altas Montañas Escocesas. Ellos eran de Argentina, compartíamos la misma Cordillera de Cumbres Altas, la de los Andes. Pero, por respetar a los Wass, solo contábamos la historia de la Cordillera, sin reírnos de sus Tierras Altas. Quién hacía más bromas, era el propio Peter, que bien sabía como eran las montañas de Chile y Argentina. Sin embargo, estaba orgulloso de tener un sitio tranquilo y reposado en el único lado del Reino de Escocia[67]. Eran días lindos y agradables, en la primera de la juventud de todos nosotros, con hijos pequeños a llorar en las noches, sin embargo: el de ellos, el pequeño Pete de Diane e Peter, Santiago de los Gáudio, y nuestra Eugenia.

Esa Eugenia que causó todos estos comentarios que desgarran el texto, como puedo apreciar. Celebramos ese día 26 de Junio su cumpleaños, convidamos a todas las persona antes mencionadas, con la presencia de esa santa Señora, mi suegra Doña Amanda. Ella no hablaba inglés, pero Peter y ella se entendían a las mil maravillas, cada uno en su lengua. El día del aniversario fue muy celebrado, con comidas especiales que mi suegra sabía hacer y que Eugenia no comía aún, por ser muy pequeña.

Ese ser pequeña, fue lo que causó que la noche acabara en el Hospital de urgencias del Royal Victoria Hospital [68]

. Había comida la típica comida de bebé, filetes de pescada congelados y mojados en harina de pan, que ella gustaba tanto. En el medio de la noche, nos despertó con vómitos que no paraban. No había taxis, tuve que correr a casa de los Gáudio y pedir a Ricardo que nos llevara, lo que hizo de inmediato, tan alarmado como nosotros. Mal llegamos al Hospital, lo primero que hicieran fue llenar una ficha de inscripción. Enervado como estaba, no hablé, grité que la niña debía ser atendida primero y que después íbamos llenar la ficha. Como nadie me oía, tomé a Eugenia de los brazos de su madre, entré a la sala de urgencias y pedí un médico de inmediato. Detrás de nosotros venía la enfermera, a la que mandé a buena parte: Eugenia era para ser la primera atendida, envuelta y todo como estaba en su frazada amarilla, que, como ya he dicho antes, ella llamaba yagua, y los papeles serían llenados y firmados después. ¡Conseguí! Eugenia y Gloria entraron a la sala de urgencias, la niña estaba deshidratada, precisaba de agua, precisaba de suero, precisaba de ser hidratada. Nuestra hija había sido muy esperada, era nuestra y debíamos tomar cuenta de ella y salvarla a correr. Nunca he olvidado esa noche de locos que vivimos. Quedé en el Hospital con ella, Gloria fue con Ricardo y vino a substituirme al día siguiente. Eugenia quedó en el Hospital algunos días. Cuando volvimos con ella a casa, había perdido varios quilos. Gloria, en su prudencia, me pedía para me calmar, le pregunté si ella estaba calma, confesó que no, pero supo como mantenerse serena, por lo menos exteriormente. Esa serenidad yo no sabía encontrar, esa calma recuperada cuando llevamos a la pequeña de vuelta a casa y comenzó a comer de nuevo, vorazmente. Como cuando era bebé y tuvo su primera enfermedad, no me separé de ella un instante. De hecho, Eugenia, en pequeña, tuvo enfermedades violentas, que precisaban de mucho agua siempre, como esa meningitis que solo podía ser tratada con penicilina y mucho suero, mucho, mucho, suero. Desde muy pequeña, Eugenia tenía nuestras vidas suspensas de un hilo.

Fue así la infancia de nuestra Eugenia. Infancia simpática y divertida, pero con muchas enfermedades. Simpática e divertida porque sabía reír y hacernos reír. Vivía mucho en el medio de nosotros, sus padres y amigos, en Escocia y en Inglaterra. En Galicia, su vida pasó a ser diferente. Tenía muchas amigas de su edad que hablaban su lengua. Los períodos en Londres y en Edimburgo fueron siempre muy cortos para aprender la lengua celta del inglés escocés. En Edimburgo tenía acompañantes adultos o niños pequeños que aún no sabían hablar. La conversación de los adultos es supuesta ser una manera de transferir ideas y palabras. Nuestras conversaciones eran siempre de palabras duras, bien pronunciadas, pasando rápidamente de una a otra lengua con facilidad. O hablábamos en inglés, o en castellano, pero con hablantes del castellano que pronunciaban de otra manera. Hablar con los Gáudio, era una forma casi imposible para ella de aprender, los acentos están colocados en otros sitios. Fuera de ellos, no había nadie más que hablara nuestra lengua, excepto nuestra amiga arquitecta Jean Laing, hija de padre escocés y madre chilena.

Creo que cometí un error con Eugenia. Siempre fui de la opinión de que a los niños se les debía hablar como se habla con los adultos, con palabras llenas y bien pronunciadas. En ese tiempo de mis veinte y lgunos años, aún no había descubierto lo que hoy denomino la mente cultural[69]. Hubiera sabido esto antes, Eugenia habría aprendido a hablar mucho antes. En la realidad de la vida social, existe lo que se denomina el baby-talk, o forma de hablar como bebé, de parte del adulto, que imita palabras dichas por un niño o niña pequeños. Ese hablar de bebé, o hablar de guagua[70], como se denomina a los bebes en Chile, es muy practicado por los adultos cuando ven a una criatura nueva. Son sonidos que nacen de la emoción, del cariño, no de conceptos o definiciones o explicaciones. Pienso, por lo que he visto en mi vida, de que los adultos mayores lo practican con más frecuencia que los adultos jóvenes. Ese mimimimi, poipoipoipoi, o decir a una bebé: Tá? Nohtá, repetidas veces, tapándose la cara con un pañuelo o escondiéndose detrás de una silla o mueble, y aparecer de repente, hace que el niño-niña se rían y entiendan las palabras por la mímica de la acción. Hoy en día, muy al contrario de lo que era mi opinión antiguamente, hasta recomiendo que se hable de esa manera con los niños. En mi arrogancia paterna, pretendía que nuestra hija hablase como "debía ser", desde su más tierna edad. Recuerdo, y si yo no recuerdo bien, Gloria me corregirá, que Eugenia comenzó a hablar apenas a los nueve meses de edad, apenas con sones emitidos por ella. Típico era: "papapapa", o, jugar en silencio con sus muñecas, entrando y saliendo de nuestra sala, su casa encantada, donde solo ella existía con sus bebés, dándoles de comer, alimento que ella también engullía, imitando a su madre a darle de comer, comiendo su madre también. Era una pequeña muñeca ella misma, siempre vestida en trajes de lana azul oscuro, esa especie de uniforme que Gloria había tejido para ella en su máquina de tejer en Chile, hechos para crecer junto con ella, heredados más tarde por Camila.

Eran días lindos y tranquilos en nuestras dos casas sucesivas de Edimburgo. Cuando Eugenia comenzó a aprender a hablar y jugar, a los casi dos años de edad, le gustaba salir sola al patio de enfrente de nuestra segunda casa de Edimburgo, en Carelton Terrace, nos mandaba entrar dentro de casa para no tener personas para testimoniar sus juegos, especialmente a sus padres, llamaba a las personas que pasaban por la calle, con su pequeña voz, diciendo: "Hey, Mister, look...", se bajaba los calzones y les mostraba su gordo trasero a los puritanos presbiterianos escoceses que pasaban por la calle. Nosotros, los papás, muertos de la risa, la veíamos en estas actividades eróticas para su edad y no sabíamos muy bien si era correcto o no. Quien mandó allí fue ella. Cuando finalmente, un día, se despojó de los calzones y se levantaba la falda para mostrar su vientre, pensamos que era necesario distraerla. Nunca la avergonzamos o castigamos, siempre le dábamos una alternativa para ella realizar. Normalmente, dulces o comida. Porque, aún delgada como ella era y es hoy en día, era muy buena, como se dice en el chileno castizo, muy buena, repito, para el diente[71]. Con la comida, la distraíamos de sus naturales juegos con otros seres humanos que ella no conocía. Hubo, sin embargo, un día en que tuvimos que encerrarla en casa con una cierta fuerza. Había pasado una señora muy presbiteriana, que tocó el timbre de la casa y nos dio una lección de que a los hijos había que criarlos de otra manera. La lección la oí yo, pedí a Gloria y Eugenia para entrar dentro de nuestro departamento y fue un debate de casi una hora. Fue preciso pensar de nuevo antes de permitir a nuestra hija exhibir su cuerpo enfrente de las personas. No fue difícil, duró esta tendencia una semana y después, se olvidó. No era difícil olvidar, ella no recibía azotes en las nalgas, que excitan a los niños pequeños, como comenta Alice Miller en una de sus obras[72] y comenta Tom Johnson en su texto que cito al pié de página[73]. Nuestra hija no era castigada, no era batida en parte alguna de su cuerpo, por lo que se sentía libre de exhibirlo. No estoy, con esta frase, a aconsejar castigos, pero sí, educación. Normalmente, los analistas tratan de los problemas y no enseñan como los padres se deben comportar con sus hijos, de forma habitual y por costumbres culturales cada país. Ahí, los Etnopsicólogos estamos en ventaja, al comparar las varias formas de comportarse con los niños entre las diversas culturas del mundo, los más nuevos de nuestra generación. Castigar[74] es difícil, pienso yo, pero es aún más difícil, criar a la infancia de forma de darle a entender lo que pasa en la vida real. Por otras palabras si castigar es difícil e me parece una infamia de los adultos, es más difícil, sin embargo, formar el pensamiento, tentar organizar esa cabeza nueva que está a comenzar a adquirir conceptos, ese receptáculo denominado por mí mente cultural, bien como saber transferir pensamientos positivos para estructurar los sentimientos de los pequeños.

Talvez, una digresión no haga mal. Los niños son como las plantas que necesitan ser regadas. El problema de todo jardinero es saber cuánta agua debe ser colocada en cada planta y qué plantas deben de ir al lado de las otras para que las plantas que precisan de mucho agua no maten a las que precisan de poca, o las que precisan de mucha, no ahoguen a las otras. Ser jardinero, es un saber delicado, normalmente adquirido con experiencia y con práctica. La diferencia entre plantas y niños, es muy grande. Para criar plantas, se puede experimentar; para criar niños, experimentar es un peligro muy grande. Es por eso que todo padre nuevo necesita el apoyo de los más viejos de la familia, que ya tienen pasado por el proceso material y ritual, de enseñar niños, de criar. La creación de nuevos seres es un problema sujeto a debate. Y, de hecho, el debate está siempre en abierto. Como ya comenté antes, saber ser papá y mamá, es un saber que se adquiere con el tiempo, con la experiencia. Hay grupos de padres que se juntan solo para debatir la cuestión de cómo educar a los descendientes, porque los analistas, decía antes, solo apuntan el dedo a los problemas de los pequeños. Hasta el día de hoy, todo lo que he leído, está lejos de ser una premonición, una orientación. A quién más consulto, es a Alice Miller, o Mélanie Klein y, como es evidente, Sigmund Freud. Nunca quedo satisfecho con lo que dicen. He llevado los textos de ellos para mis estudiantes de Etnopsicologia de la Infancia y discutir los asuntos con esos adultos que son padres y que también estudian. Las experiencias son diversas. No hay padre o madre que no haya sido siempre muy bueno con sus hijos, ninguno confiesa la forma de ser que tienen con sus hijos. Entre los autores de nuestra plaza intelectual, a quién más he leído es a mi amigo, como estimo yo, Daniel Sampaio[75], y al psicólogo de la infancia, Eduardo Sá[76]. Los títulos de sus obras revelan de inmediato su manera de abordar los asuntos de enseñar. O la Socióloga de la Infancia, Maria Manuela Ferreira. Es decir, tenemos en casa una cantidad de personas que dedican su tiempo a las formas tradicionales de enseñar y que, no contentos con esa investigación, comparan sus formas de analizar el presente con las formas de vida del pasado. Esa comparación, diría yo, es casi obligatoria, no por metodología, bien como porque el crecimiento de la infancia obliga a comparar, están siempre a cambiar, a mudar para formas diferentes. Hablaba aún hoy con un amigo, que ha sido un fiel amigo y discípulo, Ricardo Vieira, con una inmensa obra sobre Antropología de la Educación, y refería que interrumpía su trabajo de dar aulas, para ir a buscar a su hijo Pedro de 10 años al Colegio, y tomar onces juntos-lanchar os dois, decía él- un ritual que lo alivia de la sobrecarga de trabajo que tiene todos los días. Sin saber, Ricardo Vieira me estaba a dar una idea de que hay rituales entre padres e hijos que hace bien para los dos, cumplir siempre: es el único momento del día que tienen para convivir y hablar de otras cosas que no sea trabajo. Esta digresión tiene que ver con nuestra propia experiencia de criar a nuestras hijas. Una forma de indicar esa educación, es haber escrito, hasta ahora, sobre sus enfermedades y sus formas de relacionarse con otros. Pero hay mucho más que aprendimos al criar nuestras hijas. Una de las más importantes era nunca castigarlas, al mismo tiempo que inventábamos juegos para que comieran su comida: era siempre ese avión que aterrizaba en su boca, con la cuchara llena de comida, lo que las hacía reír y olvidarse de la "lata", como es dicho en chileno normal, de tener que masticar, estar sentada tanto tiempo en la silla con esa pequeña mesita al frente. Las dos niñas, en sus diferentes edades, hacían lo mismo, trataban de salir de la silla con mesa. Camila era campeona para escabullirse por debajo de es pequeña mesa, no sé cómo, porque era muy fuerte y gorda: tuvimos que aceptar el hecho y pasó a comer a la mesa con nosotros. Ciertamente, ella quería comer con todos, Eugenia tenía ya seis años y comía con los papás, Camila debe haber sentido que era excluida de la reunión familiar al comer sola y después, dormir la siesta. Con el tiempo, aprendimos que la niña comía mejor en el medio de todos, en la mesa familiar, hasta que aprendió la "maña" de querer comer sola, lo que demoraba mucho las comidas. Eugenia comía muy rápido para ir a jugar con sus amigas, pero si Eugenia salía de la mesa, Camila también quería y el almuerzo siempre acababa con una Eugenia muy aburrida sentada en la mesa a la espera de que su famosa hermana acabase de comer. Fue como Camila aprendió que podía controlar a la familia y demoraba su comida para nos tener a todos juntos al lado de ella. Nuestra salvación, como siempre, fue la llegada de la abuela Amanda, que tenía el placer de sentarla en su falda, hablar en pequeñito, como si fuera otra niña, y en decir: "Mi linda, mi cariño, huainecita[77], mi reina" y otras palabras dulces- forma de hablar que pasó a ser nuestra para pacificar a nuestro indómito retoño- palabras todas que hacían la delicia de nuestra pequeña hija, que trataba a la abuela, a su vez, como un juguete, lo que Doña Amanda aceptaba, adoraba ser besada y recibir cariños de su nieta, esa novedad para ella, en los días que nos fue a visitar a Vilatuxe, en Galicia. Siempre llena de regalos, de historias, de mimos, nuestras hijas la adoraban. Lo que mi suegra no adoraba, era la casa en la cual vivíamos, casa de aldea, hasta que se acostumbró, como mi mujer, que hizo de la casa un paraíso. Creo que de las más de treinta casas en que hemos vivido, la de Vilatuxe debe haber sido la mejor, la más calma, la más acogedora. Gloria estaba serena y feliz, la familia aparecía, su madre, su prima María Teresa, hija del tío Higinio, con nuestros amigos de Uruguay, el psicólogo Jorge Fernández y Nelly, su mujer. Más tarde, fue la llegada de mi hermana, su marido y su pequeño bebé, Blanquita, Miguel y Alejandra de tres meses. Para Camila fue una sorpresa ver en casa un bebé tan pequeño, era su muñeca viva. Esa Camila quién, como he narrado en otro texto, andaba siempre tras de mí, lo que yo adoraba. Si Eugenia en pequeña en Edimburgo, andaba tras de su madre, ella en Vilatuxe, siempre estaba detrás de su Dad. O papá, dependía del sitio que estuviéramos para nos recordar la lengua que hablábamos. Para Eugenia, sin duda, yo era el "papaíto", forma de referir al padre en la lengua luso-galaica, que rápidamente aprendió en Galicia, junto con esa forma española de hablar castellano, como he contado ya.

Con todas estas personas aprendimos que no era difícil criar niños. Había que entenderlos antes y la comprensión venía sola desde esa mente cultural. Estoy seguro que la jovialidad de mi suegra Amanda, fue la que más nos enseñó a tratar a los niños, las niñas nuestras y a los otros: cariño, saber decir no en el momento cierto si hay un riesgo de caer o hacer una yaya[78], nunca corregir la forma de hablar, porque los niños adquieren vergüenza de hablar. Me hace recordar mi propia infancia, cuando mi padre un día me preguntara: "¿Para donde va, joven?. Distraído en mis cinco años de edad, respondí de forma muy chilena, en cuanto leía un libro: "P"allá" ¡Bueno! Mi padre me llamó y dijo: "¿Joven no sabe que se dice para allá? Para que no se olvide nunca, diga cien veces: para allá, para acá, y para que la lección no se olvide, cada palabra las debe decir moviendo la cabeza de derecha a izquierda". Rápidamente lo hice, estaba más interesado en acabar el libro que en castigos. Y, por hacerlo rápido, él, que contaba las veces que yo decía las palabras, al acabar, me dijo: "Bueno, bueno, ¿el niño es mañoso no?. Hágalo todo otra vez, pero con lentitud y calma. Perdí una hora de lectura de mi libro especial. Lección que no he olvidado en toda mi vida porque me enseñó cómo y por qué no se debe castigar a un niño de forma tan estúpida. Nunca lo hicimos con nuestras hijas. Era más una manera de saber criar.

Bueno, el desgarro del texto ha sido grande. Quería relatar de forma breve, lo que aconteció con Eugenia en Vilatuxe y nuestra fama de no ser padres que supieran cuidar a sus hijos. Nuestro médico estaba en Lalín, el Médico Jesús Tancredo, al que llevábamos a las niñas porque sí o porque no. El no se quejaba, recibía dinero... Pero un día dijo que ya estaba cansado de atender a nuestras hijas, no estaban enfermas y nosotros temíamos mucho. Ya con mi hermana en casa, llegó el día en que debía dar una conferencia en la escuela, en Noviembre de 1975, con ese frío terrible de las llamadas en Gallego Rías Altas, o la parte de la cordillera de Pontevedra, en dónde estaban Vilatuxe Parroquia y Lalín, Consejo. Eugenia tenía dolor de cabeza y de cuello y comenzó a subir su temperatura. Fui informado de este estado cuando estaba a dar mi conferencia, que cerré de inmediato. Solicité a mi amigo Maestro, como llaman allí a los Profesores Primarios, para llevarme a Lalín, ese elegante y lindo y muy señor, Manuel Pichel González, casado con una linda muñeca, una de las varias niñas de ojos celtas, azules, pero muy deprimida Maria de la Flor González, o Mariflor, como ella gustaba de ser llamada, de la casa de Barrosos, como son conocidas las persona por allí, por el nombre de la casa y no por el nombre de las familias propietarias o que las habitan. En otro texto, refiero la llegada de amigos míos a Vilatuxe, preguntaran dónde era la casa del Dr. Raúl Iturra, nadie sabía, la casa del Señor Iturra, también nadie sabía, exasperado ya, preguntó el jefe da la familia que nos visitaba, Milan Stuchlick, la casa de Don Raúl, también no funcionaba, hasta decir él, que era un señor con su mujer y dos hijas y que usaba pelo largo, amarrado como cola de caballo. ¡Ah!, Habrían exclamado todos, ¡la casa del Chileno! Y fue así que me ellos dieron con nuestro paradero, yo quedé a saber el sobrenombre por el cual éramos conocidos, ellos encontraran nuestra casa y también recuperé mi nombre. Supe así también que las casas no son conocidas por el nombre de los propietarios o de sus habitantes, bien como por una característica diferente, que destaque al individuo de ese conglomerado sitio llamado aldea, donde todos hacen las mismas cosas, al mismo tiempo. Los grupos precisan de saber las características individuales para diferenciar el día de la noche, el cielo del infierno, para desorganizar la rutina que los hace un colectivo de personas y no un grupo de individuos, como acontece o en las ciudades o en los medios donde el capital identifica rápidamente: quién tiene, quién nada posee. Esta forma de estructurar la identidad colectiva, había sido explicada a nosotros por varios, pero cuando se vive el hecho, es que, finalmente, se entiende. Así fue en nuestra primera visita de los años setenta, bien como en el reestudio que hice en los años 90, mas exactamente en 1997[79]. Así conocí a los Medela, que en el reestudio me dieran albergue, y a ese mi amigo Manuel o Manolo, como se llama en España a los que poseen el nombre de Manuel, Manolo, esa metáfora de esquivar, como en la plaza de toros, una manolada, cuando se pasa el paño rojo en frente de los ojos del toro. Ese mi amigo, a quién siempre preguntaba yo si querían hijos o no, porque ya estaban casados hace muchos años. Su respuesta fue rápida: que querer tener niños, él adoraba, pero después, tomando mis manos, casi a llorar, me explicó que el horno de hacer niños estaba muy frío, motivo por el cual su semilla no cuajaba, una forma elegante de decir problemas íntimos que nunca hasta hoy, he revelado. Esa intimidad inexistente, era aliviada por mi amigo en otras relaciones en su Parroquia original de Anseán, limite de la nuestra de Vilatuxe e de sus familias. Eran primos directos y él pensaba ser ese el motivo para no tener hijos. Fue necesario que yo le explicara que el matrimonio entre primos no estaba prohibido, que el Derecho Canónico había cambiado, como explico especialmente en un texto mío, editado en Gran Bretaña y traducido al francés, citación que hago para no dar tantas vueltas al asunto del casamiento y los hornos fríos[80]. La explicación hecha para ahorrar que no era ese el motivo, sino más bien el otro, ese de la frialdad de su mujer. Me parecía también que andaban otros amores por el medio, pero, como la historia ano es mía, nada más digo.
publicado por Carlos Loures às 15:00
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Domingo, 23 de Maio de 2010

Mis Camélias.4

Raúl Iturra

3. - La primera enfermedad

Es siempre la más temida, esa primera enfermedad. Talvez, yo diría que toda enfermedad en un niño, es el tormento de los papás. Si ya apenas sabemos lo que es ser papás, mucho menos podemos saber como diagnosticar y mejorar a nuestros hijos enfermos. El tiempo ayuda a entender las enfermedades de nuestros descendientes. El problema es en medio entre la primera vez que el primer hijo se enferma, y la segunda vez que la enfermedad acontece. Con un segundo hijo, ya es diferente, todas las enfermedades del primero, se reproducen en el segundo, apenas que ya estamos advertidos y el miedo es menor. Pero el miedo es miedo igual: los papás nos sentimos impotentes de defender a nuestros descendientes que tanto amamos y los queremos ver siempre sonrosados y alegres. Es por eso que recurrimos o a la familia o a otros padres, para darnos noticias. El hecho de tener hijos enfermos, ha llevado, en los tiempos de hoy, a formar asociaciones de padres con hijos enfermos, o crónicos o apenas una gripe.

Esas asociaciones no existían en el tiempo en que nuestras hijas eran pequeñas y se enfermaban. Había, como conté en capítulos anteriores, las mamás nuestras, las abuelas de nuestros hijos, para preguntar. ¡Era como un sahumerio! Lo que nuestras madres decían, era un santo remedio.

Nunca olvido el día en que Eugenia, con seis meses de edad, tuvo su primer resfrío. Hicimos, o más bien, yo hice, porque mi mujer era paciente y sabía lo que se podía hacer: esperar, sin embargo decidí realizar dos cosas. La primera, fue llamar por teléfono al pediatra que trataba de nuestra hija, que la había vacunado contra todo tipo de enfermedades, casi como si la hubiera inmunizado contra todo tipo de hechizos, o eso nos parecía a nosotros, o a mí. Me parecía que todo lo que se hiciera, era poco para nuestra primera hija. Nuestro pediatra me parecía un santo, ese médico, por nombre, Ángel Machiavelo, de Viña del Mar, el más afamado y más visitados por los papás que tenían medios para pagar, porque su fama hacía parte del precio de la consulta. No había familia "bien", si no iba a la consulta de este Pediatra. Como padres nuevos y orgullosos, seguíamos la corriente. Cada vez que encontrábamos a alguno de familia o amigos, preguntábamos cuál era su médico pedíatra, y la respuesta era inmediata, el Dr. Machiavelo, por supuesto, m"hijo[44], con un aire de languidez Tenía el poder de curar, ese poder que, desde el día en que fui papá, yo hubiera querido tener. Eran los días en que, padre novato, me maldecía por haberme hecho Abogado y no Licenciado en Medicina, una de mis alternativas al escoger profesión a los 17 años. Las Leyes y el Derecho no curaban a nuestra hija enferma, pero, por lo menos, daba dinero para pagar los médicos. Una tía nuestra, Adriana Carretero del Mudo, era Médica Pedíatra y Directora clínica del Hospital de San Juan de Dios, en Santiago de Chile. A ella recurríamos mucho cuando nuestras hijas se enfermaban. Pero, el dictado de médico, cúrese a sí mismo, no funcionaba, era necesario ir a nuestro pedíatra. Adriana Carretero se había casado con Michael Eckhart, de Viena de Austria, y tenían la única hija, que ellos adoraban. Como nosotros a las nuestras. Entre la dirección de Hospital, el cuidado de la hija y su inmenso amor por su marido y nuestros viajes, no había más tiempo para encontrarse. La última vez que la vi fue, fue en nuestro regreso a Chile en los años 70, nos saludamos con todo amor, me felicitó por mis estudios, respondí que en breve iríamos otra vez a Gran Bretaña para mi doctorado, y ella, en su buen humor, comentó a las carcajadas. " ¡Este Raúl!, Acaba de llegar, y ya se quiere ir de nuevo... Fue la última vez que la vi o he sabido de ella. Agregó:"hombre, quédense, acá, hacen falta". La única socialista de nuestra extensa familia. Era casi una premonición mía, yo no sabía que iba a tener que volver, en breve, por la fuerza de la historia de Chile, como relato en otro libro.

Bueno, en esa mi costumbre de desgarrar el texto central, iba dejando de parte la historia de la primera enfermedad de Eugenia. El día que Eugenia se enfermó por la primera vez, quedé deshecho, llamé primero a nuestra madre, que me dio apoyo y dijo que era normal que los bebés se resfriaran y que lo que debía hacer era poner agua a hervir en el cuarto de la niña, para que el vapor la ayudara a respirar. Lo hicimos de inmediato. Sin embargo, no podía separarme del lado de su cuna, esa cama-cuna con barrotes, muy antigua, toda pintada de blanco, en acero macizo, que Mariana Giacaman nos había prestado, la cuna de ella en bebé, la cuna que Panchito, el hijo de ellos, iría a ocupar después, y que fue, antes, fue usada por Eugenia. Tenía los ojos rojos y las lágrimas del resfrío caían cara abajo y nariz abajo. No fui a trabajar y pasé el día todo al lado de nuestro bebé. Gloria me dijo que así no le dejaba descansar, que ella tenía que reposar y dormir para mejorar, y se moría de la risa al ver el escándalo que yo hacía... por un simple resfrío. Salí a la calle, en mi exacerbación compré un xilofón para ella jugar, olvidándome que un bebé tan pequeño, de ocho meses apenas, no podía manejar ese tipo de instrumento. Tocaba para ella la típica canción inglesa para adormecer a los niños pequeños, cuya letra y pentagrama venían en la caja de música, es canción que en inglés se llama "Little Star", canción que pasó a ser casi un himno de familia hasta el día de hoy. La canto a los hijos de Eugenia, que, ya crecidos, no agarran papa[45]. Oír la canción del Opa Daddy o Abuelo en Neerlandés, o Holandés, como es vulgarmente llamado en Castellano. Fue necesario aprender otras canciones para nuestras hijas crecidas y para nuestros nietos, siendo ellos los que, hoy en día, me cantan a mí. Nietos, ese placer de los dioses que, en el día de la enfermedad de Eugenia, ni imaginábamos que íbamos a tener. Estábamos tan ocupados con el crecimiento de ella en esos días, y de Camila después, que no pensábamos en el futuro de ellas. O de ella, en singular, por ser apenas una hija que teníamos, en la fecha a la cual me refiero. Estábamos a preparar nuestra ida Gran Bretaña para hacer mis cursos de pos graduación. Partimos y ahí fue que aprendimos que, si no hay familia, hay una forma de ayudarse, al buscar compañía en Asociaciones de padres, referidas así: La enfermedad de un hijo o hija es una noticia difícil de asimilar. Causa un impacto importante que, sobre todo en los primeros momentos, hace imprescindible el apoyo de otras familias que han pasado por la misma experiencia. Las asociaciones de padres con hijos enfermos aseguran que el apoyo mutuo es clave para superar el desconsuelo y la incertidumbre de quienes se enfrentan a esta terrible situación. Por ello, se encargan de informar a las familias sobre cualquier duda acerca de la enfermedad, organizan terapias de grupo para intercambiar experiencias y programan actividades de ocio para que los más pequeños disfruten, dentro de lo posible, de una vida prácticamente normal[46]. Hoy en día, sé que este tipo de colaboración existe, por causa de que mi antiguamente enferma hija Eugenia, ha hecho un convenio con sus vecinos y amigos, para hacer turnos con ellos los Sábados: las niñas hacen ballet, los niños van a la piscina, llevados en automóvil por uno de ellos. Es como aconteció conmigo durante un tiempo, cuando mi mujer estaba enferma y fue preciso ir al Hospital con ella, como relato en otro libro sobre el tema. En los años setenta y en Cambridge, era la Parentless Children"s Association o Asociación de Hijos sin Padres o Madres, es decir, cuando faltaba un miembro de la pareja, asociación referida en las varias entradas de la Asociación que paso a citar en la nota de pié de página[47].

ésta fue una de las enfermedades de Eugenia cuando era aún bebé, la primera, fue por eso que nos alarmamos tanto, o yo, por lo menos. Ver nuestro bebé con los ojos llenos de lágrimas, con dolor de oídos, sin sonreír e batir los brazos, como siempre hacía cuando nos veía, con los mocos[48] colgando de su nariz, era una simple catástrofe Más tarde, estábamos habituados a los resfriados, a las otitis, y otras enfermedades que pasaron a ser el hecho cotidiano de nuestras vidas. Vidas pasadas entre el aire caliente de la casa y el aire frío del exterior. No existe país que no haya estado la familia Iturra, que no pasara a ser el símbolo de enfermedad e ir al médico, era una constante procesión, un calvario para todos. Los médicos ya no crían en nosotros. No olvido el día en que una médica de nuestro centro de salud, surgery en inglés, me gritó: "There is not one single day in the week that we do not have an Iturra amongst us. Either you do not know how to take care of your children, or you are hypochondriacs". Como es evidente, salí avergonzado y comenzamos a tomar cuenta de las niñas nosotros mismos. Comenzábamos a aprender. Estábamos habituados a ir al médico por todo o por nada, especialmente por tener médicos dentro de la familia. Debo decir también, que entre la burguesía chilena, ir al médico, era parte de la clase social: los más pobres del país, estaban siempre enfermos, los más ricos, era... elegante, era una forma de distinción. Los chilenos viven con el médico y los profesionales fomentan esta dependencia, porque así ganan mucho dinero. No hay conversación que no haya tenido en Chile, en que no se hable de médicos, de enfermedades, es una dependencia cultural, que nos parece natural. En Europa es al contrario: de lo que se trata en este Continente Viejo, es libertar a las personas de su adicción preferida, la consulta médica, o de su tema habitual, enfermedades, así como de enseñar a todos como las personas deben tratar su cuerpo. Es un problema social para los Estados Europeos que, recientemente, en el Siglo XXI, han comenzado a hacer de las farmacias un sitio privado y muchas de las medicinas son vendidas en los supermercados, como otro producto comestible. He leído sobre esto en el texto citado al pié de esta página[49].

No resisto lanzar un reto, en esta parte de mi texto sobre nuestras hijas, que estamos a volver para atrás en la vida social. En estos días que escribo este texto, celebramos 34 años de un Portugal sin dictadura. Sólo que no es en la enfermedad o en la salud, es en el tratamiento de nuestras personas. En el Siglo XVIII, el filósofo escocés, Adam Smith[50], había escrito un libro sobre un texto denominado: Una encuesta sobre la razón y las causas de la riqueza de las naciones, que se intitula en inglés, de la forma referida en la nota de pié de página. La obra abre así lo que hoy en día es denominado la teoría liberal de la economía, es decir, una competencia entre los seres humanos para ver quién era más rico, al saber invertir su dinero en bienes que rindan más bienes y como era obligación del ser humano trabajar para progresar él propio y así hacer progresar a su país.[51]. Karl Marx[52] usa mucho el libro de A. Smith[53], para discutir el concepto de mercancía, de dinero, de plusvalía, especialmente de acumulación, acumulación primitiva y el concepto de que és el dinero invertido lo que produce dinero, o la fórmula conocida como MDM1= MDM2, así como émile Durkheim[54], de ideología Socialista en su interacción social y en su ciencia de Sociología, combate el texto y a la ideología liberal, al decir, en sus tesis de doctorado de la Escuela Normal de París, después libro, al decir que Smith se había engañado al no decir que la riqueza viene del trabajo, lo que Durkheim encuentra, pero que existe, dentro del trabajo que reproduce a la sociedad, una división social entre todos sus miembros, división no sólo entre la Propiedad de los bienes que crean riqueza, bien como en las habilidades de cada miembro de la sociedad para aportar bienes, según su propia forma de contribuir, con su habilidad, a la creación de bienes de consumo y bienes de producción, idea retirada de los volúmenes de Karl Marx, El Capital, ya citado antes. Todos ellos concuerdan en el hecho de que para reunir capital, es necesario trabajar en los bienes de producción y reproducción de otros, y que el cuerpo del individuo, como el de su familia, debe estar sano para que no les sea descontados los días sin trabajo, en esos años sin Seguro Social Obligatorio, apenas con la Mutualidad[55] que los obreros habían creado para defenderse en caso de necesidad y sobre la cual Durkheim se extiende largamente en su libro sobre la división social del trabajo, que después Mauss[56] iba a desarrollar y comparar en su texto sobre sociedades por él denominadas, arcaicas.

Grande vuelta que he dado en este texto que narra historias de vida. La cuestión debatida es que, hoy en día, la salud es tan importante como era antiguamente, para poder trabajar y ganar la vida. Era, talvez, ese el motivo de nuestra preocupación por la salud de nuestras hijas, por causa del neoliberalismo actual, en las ideas sociales, necesitar de gente sana para poder trabajar. Hoy en día, en el siglo XXI, adherimos, lo queramos o no, a las ideas del Siglo del feudalismo, muy basado en las ideas del neo-liberalismo Freedmanista, analizado por mí en muchos libros. Pero no puedo dejar de reproducir un texto net, que habla claramente del mundo en el cual vivimos: "Hoy vamos a recordar la figura de una persona que nos dejó recientemente: Milton Friedman. No quiero engañar a nadie, yo no soy ese tipo de personas que piensan que debe hablar bien de alguien por el simple hecho de habernos abandonado. Lo único bueno que se puede decir de este señor es que ganó el premio Nóbel de economía en 1976, pero creo que esto habla peor de este premio que bien del personaje, claro que eso, contado así, no es más que una mera opinión.
Hablar de Friedman es hablar de la "escuela de Chicago" ya que él fue su máximo exponente y sus teorías económicas guiaron a gobiernos como el de Richard Milhous Nixon, Margaret Thatcher, Ronald Reagan y Augusto Pinochet, que bajo sus auspicios borraron todo rastro de política económica keinesiana. En pocas palabras, Milton Friedman es el padre del neoliberalismo económico que promulga la diferenciación social entre los sometidos a las multinacionales y un mundo pario que no merece ningún respeto. Por supuesto que esto no se formula así en sus teorías. Friedman, y en general la escuela de Chicago, retorna a las ideas esenciales de Adam Smith, sin embargo, la teoría de la mano invisible se fue desmoronando conforme evolucionó la globalización. Tarde, muy tarde se descubrió la máxima de que "la riqueza ni se crea ni se destruye, sólo cambia de manos". Cuando no tenía un conocimiento global los mercados se autorregulaban y compensaban solos, pero ahora vemos que para producirse esa regulación debe crearse un nuevo flujo de recursos mercantiles desde otro lugar que descompensan en origen y a su vez se regula con recursos de otro lado, etcétera. Los flujos de compensación se globalizan, pero cuando en un punto se concentran varios flujos de compensación, se produce una crisis, esta crisis impide que los recursos de compensación fluyan de la forma necesaria y eso extiende la crisis de mercado en mercado buscando una mano invisible que los compense y si esa mano no llega aparece una crisis global. El mejor ejemplo de este tipo de crisis fue el de los "tigres asiáticos" y en el fondo de esta crisis el error de la escuela de Chicago.

La teoría neoliberal no es una teoría real, lo cierto es que no es más que una burda excusa para que las grandes empresas puedan seguir sus formulas fagocitarías de mercados. El neoliberalismo se resume en una frase: "lo que es bueno para la empresa es bueno para todo". Creo que la palabra Irak ya lo dice todo. Pero el neoliberalismo olvida también la parte más trabajada del discurso de Adam Smith cuando intenta definir en que consiste la mano invisible. Según Smith la mano invisible es producto del egoísmo de los mercados, no dejaba de fascinarle como una ciudad como París (enorme ya en aquella época) se autoabastecía con productos que, en ocasiones, venían desde muy lejos. Smith explicaba como algunos comerciantes eran capaces de traer los recursos desde muy lejos en busca de su beneficio económico… París era el mercado. Pero en la actualidad quien comercia son las grandes empresas y el egoísmo no está en ese ser jurídico e impersonal, sino en sus ejecutivos y accionistas. Ahora el mercado ya no se abastece de lo que este necesita sino que el comprador debe aceptar lo que a las empresas les produzca mayor beneficio. Cualquiera puede decir que los mercados tienen más variedad de productos de los que ha habido nunca, pero si nos fijamos esto es una falacia, lo que realmente tenemos es una enorme variedad de productos elaborados con un número de productos muy reducido y , entre tanto, gran variedad de productos base están desapareciendo. Un ejemplo claro: hace cien años se producían cerca de diez mil vegetales comestibles, en la actualidad a duras penas llegamos a trescientos.

Así pues, en la sociedad empresarial de hoy día, los movimientos económicos se mueven bajo los dictámenes del egoísmo de directivos y accionistas. Pero podemos eliminar a los accionistas ya que el pequeño accionista no cuenta, solo cuentan los grandes que a su vez vuelven a ser empresas y, por tanto, dominadas por otros ejecutivos. Esto convierte a esos ejecutivos en los seres más poderosos del mundo, sin embargo, eluden las responsabilidades que ese poder implica. En los años setenta, el neoliberalismo paternizó a unas multinacionales verdaderamente poderosas e irresponsables y el mundo cambió hasta que la crisis del petróleo le puso freno. Para sobrevivir (la empresa era la única importante) las empresas de la época despidieron empleados a manta… solo una gran empresa japonesa de ámbito tradicional plantó cara a esa tendencia: Toyota. Toyota mantuvo a sus empleados a pesar de perder casi todo su mercado, cosa que tiene merito especial porque la automoción fue uno de los mercados más afectados. Cuando a finales de esa década la OPEP accedió a aumentar la producción, las empresas de automoción tardaron en recuperar su ritmos de producción, salvo Toyota, que en nueve meses paso del quinto al primer lugar entre las empresas japonesas de automoción y del dieciocho al tercero en el mundo, fue entonces cuando accedió a fabricar vehículos Honda en sus factorías, salvando a esta compañía que, poco tiempo después, inició su expansión por todo el mundo.

Pero si hablamos del triunfo de una empresa no neoliberal también podemos hablar del fracaso de grandes empresas neoliberales en el sentido puro y duro: ENRON y Pan-Am.
Pero no todo en Milton Friedman fue neoliberalismo. Partiendo de su crítica a Keynes explicó los efectos inflacionistas de la sociedad del bienestar, sin embargo, en lugar de intentar compensarlos, prefirió atacar directamente al estado del bienestar preconizado la ley de la oferta y la demanda libre. Fruto de esta teoría Gran Bretaña desmontó su sistema de seguridad social por otro más parecido al norteamericano en manos privadas. Originalmente los británicos salieron beneficiados con el cambio al eliminar las corruptelas funcionariales, pero en la actualidad, años después, sufren la eliminación Eugeniatina de servicios para mantener el beneficio que la empresa privada exige.

Friedman también actualizó la teoría cuantitativa de la moneda y defendió un sistema socialista de impuestos donde el que más ganaba debía aportar mayor porcentaje a las arcas del Estado para pagar un sistema social, esto es algo que el nuevo neoliberalismo más salvaje no ha seguido y es algo que el denunció, porque su máxima aportación a la economía fue la aportación de ideas y teoría para salvar las crisis económicas y ya hemos visto como la espiral egoísta es la fuente principal de estas crisis.

Pronto sabremos si su muerte abre la puerta a un neoliberalismo más salvaje o el retorno a las economías sociales. Porque Milton Friedman, a pesar de su avanzada edad, era escuchado por todos los líderes de la economía mundial y su desaparición traerá cambios en las políticas económicas de las naciones más poderosas así como en la OMC, el FMI y el BM.
publicado por Carlos Loures às 15:00
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Segunda-feira, 10 de Maio de 2010

A Crise de Portugal é a da humanidade

Financeira... Homofóbica... Direitos Humanos….

Raúl Iturra


Para Licinio Clemente que me ensinou Informática..


Bem sabemos que Portugal vive em crises, por outras palavras, em embaraço na marcha regular dos negócios. Mas não apenas. A crise não é apenas financeira, é também da ética dos costumes e uma indefinição nas relações humanas. É uma crise complexa que a falta de espaço não permite explicar de forma extensa. É preciso separar seus elementos para entender a vida social.

Parece-me ser a mais grave a crise financeira. A fórmula do multiplicador de investimento, é dizer empregar (capitais) em actividades lucrativas que rendem mais-valia, foi a primeira crise que me levara a escrever este texto. Fórmula ou indicação do modo de operar para obter um resultado, para o caso que falamos, lucrativo, que rende mais-valia ou dinheiro traz dinheiro ou propriedade de bens que aumenta a acumulação da riqueza de que pode investir. A forma de empregar actividades lucrativas, foi formulada por John Maynard Keynes (1) , complexa como
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(1) Keynes, John Maynard. 1936: The general theory of employment, interest and money, Macmillan Cambridge University Press, em formato de papel 428 páginas, comigo a versão de 1973 da Royal Academic Society. Texto completo acessível na ligação http://www.marxists.org/reference/subject/economics/keynes/general-theory/ versão luso brasileira: Teoria geral do emprego, do juro e da moeda (General theory of employment, interest and money). Tradutor: CRUZ, Mário Ribeiro da. São Paulo: Editora Atlas, 1992. ISBN 9788522414574, texto no qual argumenta: Keynes defendeu o papel regulador do Estado na economia, através de medidas de política monetária e fiscal, para mitigar os efeitos adversos dos ciclos econômicos - recessão, depressão e booms económicos. Keynes é considerado um dos pais da moderna teoria macroeconômica. Acrescenta a denominada lei da Say que diz que a procura cria a sua própria demanda ou:” quando um produtor vende seu produto, o dinheiro que obtém com essa venda é gasto com a mesma vontade da venda de seu produto " - sinteticamente: "a oferta de um produto sempre gera demanda por outros produtos, pode ser lida em: http://pt.wikipedia.org/wiki/Lei_de_Say e o debate contra a lei de Say que dominava a micro economia do Século XVIII, até o ponto de orientar a teoria de Adam Smith, editada em 176-77 ela é por combinar moeda, especulação monetária e procurar bens de infra-estrutura que enriquecem. Em tempos, conhecia bem, de cor e salteado. No entanto, por estar bem guardada pelo lucro que a fórmula pode dar (2) , passa a ser um segredo de investimento da concorrência para evitar rivais que possam descobrir essas denominadas infra-estruturas que avultam a posse de bens. Com todo, os diversos elementos guardados em silêncio pelo seu organizador, foi
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por Routledge, Kegan and Son, Londres, em formato de papel, comigo a primeira edição, em linha, texto completo: http://www.adamsmith.org/smith/won-intro.htm teoria originada nas obras de Quesnay, especialmente 1756-1757: “Les Moissons” e “Métayer”, ou a denominada teoria de laisser faire, laisser passer. Teoria à que se pode aceder na ligação http://www.google.pt/search?hl=pt-PT&q=Fran%C3%A7ois+Quesnay+&btnG=Pesquisar&meta= . A obra de Keynes, em francês, está acessível na ligação http://classiques.uqac.ca/classiques/keynes_john_maynard/keynes_jm.html

(2) Apenas um exemplo: 7. O investimento nacional privado
7.1. A Poupança (S)
A poupança nacional corresponda à parcela da renda nacional não gasta em bens e serviços de consumos produzidos na economia.
S = y – C = y – (a + by)
Logo:
S = a + y (1 – b) +
7.2. Investimento
Parcela do produto nacional do produto nacional não consumida, ou seja, aquilo que não é gasto em consumo e serviços.
7.3. O multiplicador de investimentos (k)
É um coeficiente (numero) associado à variação dos investimentos que determina a magnitude de variação no nível da renda nacional. Onde:
PMC = Propensão Marginal a Consumir
PMS = Propensão Marginal a Poupar
Logo: quanto maior a PMC ou menor a PMS, tanto maior será o multiplicador.

Como é evidente, é o cientista que entende e sabe explicar, não é para todo leitor para todo leitor de jornal entender!
Citação que em ingles diz: the familiar irregularity of economic time series had not one but two sources: not only the exogenous shocks but also unpredictable behaviour generated endogenously by the nonlinearities characteristic of economic structures. (c) 1994 Academic Press, Inc.

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analisada e descobertos os seus componentes, coordenações, elementos que a integravam e as melhores infra-estruturas para lucrar, pelo seu discípulo e amigo pessoal, Richard Kahn enobrecido por explicar a todo o mundo como era possível elevar o nível de vida, simplificando a fórmula de Keynes. O primeiro advogava que todo investimento criava a sua própria procura, no se famoso livro de 1836, editado também em português, citado em nota de rodapé. O seu discípulo e amigo, Lord Kahn, ao encontrar o segredo da teoria de Keynes, publicara, em 1931 o seu livro The economics of the short period, CUP, que em português seria A economia de curto prazo, uma análise que debatia o revolucionário conceito da macroeconomia de Keynes que diz: A teoria de Keynes é baseada no princípio de que os consumidores aplicam as proporções de seus gastos em bens e poupança, em função da renda. Quanto maior a renda, maior a percentagem da renda poupada. Kahn acrescenta no mesmo texto, a necessidade de repensar a ideia: o rendimento nacional não estava controlado pelos recursos existentes, mas sim pela procura real. O significado da teoria da Kahn baseava-se na ideia que a irregularidade da economia tinha duas bases: o embate o colisão desde fora da economia, bem como embates gerados dentro do comportamento não linear e imprevisível dos sujeitos que praticam essas economias (3).
E foram estas ideias que me levaram a dar a grande volta a análise de apenas crises financeiras - Keynes, apesar do seu segredo multiplicador de investimentos, faliu duas vezes por não ouvir ao seu discípulo. Uma terceira vez ouviu, analisou o comportamento social dos membros da economia e ganhou uma fortuna imensa, herdada pela sua Faculdade King’s College da Universidade de Cambridge, onde conheci e intimei com Lord Kahn e aprendi a entender que as crises financeiras são, antes de económicas, sociais.
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Como é evidente, é o cientista que entende e sabe explicar, não é para todo leitor para todo leitor de jornal entender!
(3) Citação que em ingles diz: the familiar irregularity of economic time series had not one but two sources: not only the exogenous shocks but also unpredictable behaviour generated endogenously by the nonlinearities characteristic of economic structures. (c) 1994 Academic Press, Inc. Copyright 1994 by Oxford University Press. A tradução e interpretação do texto é minha, dentro da minha teoria
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Uma segunda crise caracteriza o país. Há ambição sem medida de querer ganhar o que nunca se teve ou investimentos arriscado na bolsa dos valores, com dinheiro que não pertencem a quem investe, mas sim ao Estado. É denominado o delito de desfalco. Ou, o não satisfazer a soberania o que o povo procura: no caso de Portugal, a liberdade para se - divorciar, para casar outra vez ou divórcio sem conflito, por acordo mutuo, não precisa ir a tribunal; a ideia incutida na cultura da homofobia, que, para a minha agradável surpresa, são leis que passaram. Tenho lido em vários jornais, frases como esta: ”o PS compromete-se a reconhecer o casamento gay...quando entender”. A minha interpretação da frase é: “quando houver eleições...”. A homofobia está definida assim: A homofobia (homo = igual, fobia = do Grego φόβος "medo"), é um termo utilizado para identificar o ódio, aversão ou a discriminação de uma pessoa contra homossexuais ou homossexualidade, ou genericamente de modo pejorativo, qualquer expressão de crítica ou questionamento ao comportamento homossexual .
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(4) Definição retirada de: http://pt.wikipedia.org/wiki/Homofobia o texto é mais completo e cumprido, mas o sintetizo na definição Keynes, John Maynard. 1936: The general theory of employment, interest and money, Macmillan Cambridge University Press, em formato de papel 428 páginas, comigo a versão de 1973 da Royal Academic Society. Texto completo acessível na ligação http://www.marxists.org/reference/subject/economics/keynes/general-theory/ versão luso brasileira: Teoria geral do emprego, do juro e da moeda (General theory of employment, interest and money). Tradutor: CRUZ, Mário Ribeiro da. São Paulo: Editora Atlas, 1992. ISBN 9788522414574, texto no qual argumenta: Keynes defendeu o papel regulador do Estado na economia, através de medidas de política monetária e fiscal, para mitigar os efeitos adversos dos ciclos econômicos - recessão, depressão e booms económicos. Keynes é considerado um dos pais da moderna teoria macroeconômica. Acrescenta a denominada lei da Say que diz que a procura cria a sua própria demanda ou:” quando um produtor vende seu produto, o dinheiro que obtém com essa venda é gasto com a mesma vontade da venda de seu produto " - sinteticamente: "a oferta de um produto sempre gera demanda por outros produtos, pode ser lida em: http://pt.wikipedia.org/wiki/Lei_de_Say e o debate contra a lei de Say que dominava a micro economia do Século XVIII, até o ponto de orientar a teoria de Adam Smith, editada em 176-77 por Routledge, Kegan and Son, Londres, em formato de papel, comigo a primeira edição, em linha, texto completo: http://www.adamsmith.org/smith/won-intro.htm teoria originada nas obras de Quesnay, especialmente 1756-1757: “Les Moissons” e “Métayer”, ou a denominada


No meu pensar e sentir, a discriminação ao matrimónio de pessoas do mesmo sexo, homossexual, pensa-se que é uma é uma violação a Constituição que não permite a liberdade de amar, lei que, por meio do Código Civil, não pune o amancebamento ou um casal heterossexual a viver juntos sem passar por nenhum tipo de ritual. É parte da crise financeira a insatisfação do povo. Ou o caso do racismo, uma
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teoria de laisser faire, laisser passer. Teoria à que se pode aceder na ligação http://www.google.pt/search?hl=pt-PT&q=Fran%C3%A7ois+Quesnay+&btnG=Pesquisar&meta= . A obra de Keynes, em francês, está acessível na ligação http://classiques.uqac.ca/classiques/keynes_john_maynard/keynes_jm.html

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terceira crise, onde os não portugueses, especialmente os que vêem da África, ou não são permitidos ou é-lhes outorgado trabalhos mínimos, mal pagos e de segunda ou terceira categoria. Se solicitam a naturalização, devem prestar uma prova de língua portuguesa para quem nem sabe ler e escrever na sua própria língua. Acabava este texto a dizer, como membro da Amnistia Internacional, que este factos, como aprendo com Lord Kahn, são uma violação aos Direitos Humanos, a liberdade de opção, quarta crise institucional do nosso país.
Keynes tinha ficado curto nas suas ideias. Kahn, as tinha amplificado, até o ponto de colaborar connosco em Cambridge na Associação Academics for Chile. Os economistas, esses os meus colegas de Universidade no seu tempo, Lord Kahn e Lord Kaldor, exilado por causa da revolta húngara contra a União Soviética, entendiam que a economia não é apenas uma fórmula para investir. Há factos sociais como o controlo do Estado para emitir papel-moeda, cunhar moeda, balançar o que se produz e comercia como mercadoria, como acabaria por dizer Karl Marx em 1867 no seu volume 1 do seu afamado livro O Capital. Crítica da Economia Política, que analisa ideías como: as crises financeiras são a resposta a falta de colaboração com os que nada têm e são, eles próprios, uma mercadoria, como no vaso de Portugal e algumas das lutas que tenho mencionado, além das que parecem. Para Keynes, que tinha moeda em abundância, o investimento e a poupança eram normais. Mal aparecem os factores sociais, entre os quais também a guerra, poupança e investimentos, apenas possíveis para poucos, passam a ser o enquadramento social da crise que, hoje em dia, como a economia globalizada, acaba por ser crises financeiras da humanidade.
publicado por Carlos Loures às 16:53
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