Estrolabio

Joaquín Fuentes Becerra


“José Joaquim da Guerra, clerigo presbítero do habitto de São Pedro actual sede em esta parochial igreja de nossa senhora da Assumpção da aldeia de Talega termo da vila de Olivença bispado de Elvas…”. De esta manera comienza el texto de un manuscrito de Táliga, entonces portuguesa, escrito por el cura párroco de esta localidad en el año 1758 y perteneciente a las “Memórias Parroquiais”, con copia microfilmada en los archivos de la Torre do Tombo de Lisboa, que en la actualidad es posible conocer gracias a su digitalización en la página web de la Direcção-Geral de Archivos.



El manuscrito, de 10 páginas y redactado en lengua portuguesa, fue uno de los documentos recibidos en dicho año por la Secretaria de Estado dos Negócios do Reino desde las parroquias del territorio continental portugués, después de que su representante, Sebastião José de Carvalho e Melo, en carta remitida con fecha 18 de enero, les solicitara información sobre aspectos geográficos, demográficos, históricos, económicos y administrativos. Las respuestas fueron tratadas por el padre Luís Cardoso en la Casa de Nossa Senhora das Necessidades, en Lisboa, hasta quedar plasmadas en el Dicionário Geográfico de Portugal, compuesto por un total de 44 volúmenes.

En esta colección encontramos páginas preciosas, correspondientes a la historia de Táliga. A pesar de sus cinco siglos de pasado portugués, son muy escasas las referencias documentales de estas características. Incendios, guerras y el cambio de nacionalidad en 1801 han motivado la pérdida de la mayor parte de documentos, y la mayoría de los existentes se encuentran en Portugal. Esta escasez documental acrecienta el valor de manuscritos históricos que nos revelan aspectos interesantes y a veces inéditos de Táliga, que desde la Edad Media era una aldea dependiente de Olivenza hasta su constitución como municipio con ayuntamiento propio, a mediados del siglo XIX.

Comienza el párroco José Joaquim da Guerra con una descripción geográfica: “Talega é uma aldeia assim chamada, termo da vila de Olivença desta destante três leguas; bispado de Elvas desta destante sete leguas, tudo provincia de Alentejo”, mientras que “…de Lixboa capital deste reino trinta e duas legoas”, indicando su ubicación en un alto, en la zona de poniente de la llamada “Serra Morena”, por cuyos vértices discurría la frontera entre Portugal y España “…em distancia de um tiro de artilharia” y citando las poblaciones castellanas con las que confinaba: “…Alconchel vila assim chamada e reino de Castela”, “villa de Barcarrota distancia a esta aldeia de duas legoas; e para a Villa de Figueira de Vargas dista uma legua a aldeia ditta, todo reino de Castella Bispado de Badajoz”.

En aquellos años Táliga era la aldea más populosa de Olivenza. Aunque los datos demográficos a menudo no eran precisos y siempre es conveniente relativizarlos, el documento nos cita un total de “…104 vizinhos”, lo que correspondería a una población aproximada entre 400 y 500 habitantes.

Son referidas también algunas de las propiedades más importantes del entorno, comenzando por la Coitada, en aquellos tiempos más extensa que en la actualidad, que los moradores de Táliga siembran y en cuyo “montado” (dehesa) pastan sus ganados. José Joaquim da Guerra cita además algunas de las trece heredades de Táliga, entonces pertenecientes a importantes familias nobiliarias portuguesas: “Mompolim de quem e senhorio o excellentissimo senhor Conde de Obidos”, “… Alparragena de que é senhorio dom João da Gama”, “… outro lugar chamado Referta” y otras como las de “Valdemoreno” y “Valdecoelho”, alabando las cualidades de sus “… excelentes pastos se fazem dignos de memoria”.

En este documento es extensamente descrita la iglesia de “Nossa Senhora da Assumpção…suficiente para a povoação de tuda a freguesia” haciendo mención de elementos ya desaparecidos como sus retablos, tanto el principal, “Tem esta igreja altar major… em cujo altar esta collocado o santissimo sacramento”, como otros dos retablos menores, uno de ellos con un Cristo Crucificado al que “esta aldeia tem uma grande devoção” y otro altar con “uma imagem de Santo Antonio”, que contaba con hermandad.

No olvida José da Guerra la hermosa y “antiquísima… hermida de Nossa Senhora dos Santos, a qual é milagrosa”, situada a un cuarto de legua en La Coitada, en tierras pertenecientes al pueblo. Se hace mención al altar en el que se encontraba la patrona de Táliga y también cita la existencia de edificaciones próximas, donde residían hermanos. Es una pena que esta ermita, referencia fundamental en la historia de Táliga, se encuentre desgraciadamente en la más absoluta de las ruinas.

Sobre los servicios de esta aldea, cita al llamado “Juiz de Fora de Olivença” (Juez de Fuera). El Juiz de Fora era un magistrado designado por el rey de Portugal para actuar en municipios donde se consideraba necesaria la intervención de un juez imparcial, que normalmente venía de fuera. Lo habitual es que estas figuras tuviesen también un papel político, presidiendo las “Câmaras” (Ayuntamientos). La Táliga de 1758 no contaba con Feria “nem consta della em tempo antigo”, mientras que para el correo “…se vale do de Olivença”.

Tres años después, el párroco Da Guerra recuerda en este manuscrito “…o terremotto de sinquenta e sinco annos”, aquel terrible seísmo que el mismo día de los Santos Difuntos de 1755 asoló Lisboa, una de las más populosas y florecientes capitales europeas de la época, en un triple efecto devastador originado por el propio temblor, el posterior tsunami que inundó la zona baja de la ciudad y los incendios que originaron las velas de quienes oraban por sus muertos. En medio de toda aquella desolación, el primer ministro de Portugal, el Marqués de Pombal, tras aquella célebre frase “enterrar aos mortos e cuidar dos vivos”, se pone manos a la obra en la reconstrucción y solicita a todas las parroquias del reino un informe para conocer los daños producidos en la nación. Los correspondientes a Táliga quedarían reflejados en otro manuscrito, elaborado por el párroco João de Spinha Cordeiro, quedando claro que dicho terremoto apenas tuvo consecuencias destacables en la localidad: “Às 9 para 10 horas da manham viera com grande estrondo o Dito terremoto, e que duraria ao sinco minutos da parte do norte…”, “Que não se aroinou caza alguma desta freguezia…”, “Que não morreu pessoa alguma”, “Não consta que a terra abrio bocas; somente que em hum sitio chamado Val de Gameiros nesta coitada junto a esta Aldeya com o abalo do Terremoto, rebentou agoa… e que huma herdade desta freguesia chamada Vila Velha rebentou em hum Baixo agoa, que hainda corre e não ha memoria nos homens que ouvesse em tempo tal agoa…”.

A mediados del siglo XVIII ya era antigua la Fuente Vieja, “… chamada fonte velha de deliciosa agoa com abundancia pois della gasta tuda esta povoação”, que ha nutrido con el líquido elemento a muchas generaciones de taligueños. El documento habla asimismo de otras infraestructuras hidráulicas, como “… uma presa de pedra a qual faz munta utilidade a tuda a gente desta povoação”, y que se encontraba en el arroyo de Villavieja. Aunque en este arroyo existen restos de varias represas de pequeño tamaño, probablemente se trate de una presa ubicada en las inmediaciones del Puente Viejo, a la entrada de Táliga, y de la cual aún se conservan los cimientos. Ésta y otras represas más pequeñas situadas aguas abajo debieron formar una sucesión de pequeñas charcas desde las que se regaban las fértiles huertas de la vega.

Teniendo en cuenta la ubicación de Táliga junto a una leve depresión en la que confluyen varios arroyos, no olvidó el cura párroco citar, entre otros, el “… ribeyro chamado bonico o qual tem da parte do nascente, a sua corrente e munto moderada em tudo tempo”, o el “…ribeyro de Soprabollos”, indicando que “…estes ribeyros se juntão em uma ribeyra chamada de Talega… munto próxima a esta aldeia”, antes de cortar la “Serra Morena” en un estrecho que, al igual que hoy, se conocía como las “Gargantas”.

La riqueza agroganadera del lugar se refleja por su alusión a los “Montados” (dehesas), así como las “courellas” (suertes de tierra) existentes en torno a Táliga, con “searas de trigo”, así como “…varias hortas, olivais, tudo…”. Asimismo hace referencias a la fauna cinegética indicando que “Na tal serra crião-se coelhos e algumas perdices”, y a los frutos silvestres, en especial “…uma chamada erva silva brava em munta abundancia”, hierba silvestre que no he conseguido identificar, y a la cual José da Guerra atribuye grandes virtudes.

Estos son sólo algunos de los datos que nos provee el manuscrito. Obligado por la necesidad de síntesis y teniendo en cuenta la abigarrada caligrafía de varias de sus páginas, que dificulta su lectura, queda para otra ocasión el análisis más detallado y posterior publicación de otros aspectos de este documento, que finaliza con la rúbrica del párroco en “Talega, 28 de março de mil settecentos e cinquenta e oito annos”, hace ya dos siglos y medio.

Táliga debe sentirse orgullosa de su peculiar historia, que hunde sus raíces en la Edad Media, formando parte de Portugal durante medio milenio y de España durante dos siglos. Sin duda muy pocas localidades en la península Ibérica pueden presumir de un pasado tan singular. Desde estas páginas animo a los taligueños a que investiguen y divulguen aspectos etnográficos, sociales, históricos, etc. de Táliga, cuyo conocimiento contribuye a fortalecer la identidad cultural del pueblo.

(in Associação Além Guadiana)

Do blogue "Café Portugal", com a devida vénia, transcrevemos na íntegra esta interessante e esclarecedora entrevista com Joaquín Fuentes Becerra, presidente da Associação Além Guadiana. A entrevista foi realizada por Ana Clara na passada terça-feira, dia 29 de Junho.


Para o presidente da associação Além Guadiana, cujo objectivo é dinamizar a cultura portuguesa em Olivença, com o passar do tempo as ancestrais ligações» com o nosso país «começaram a perder-se». Joaquín Fuentes Becerra refere que «a melhor maneira de recuperar os caminhos perdidos, entre eles o da língua, é através dos sentidos, das emoções, dos pequenos e grandes descobrimentos da nossa história desconhecida e dos novos laços com Portugal». «Não podemos ter duas culturas se uma delas não se pode expressar através das palavras, só das pedras mudas», lamenta Becerra, considerando que é fundamental apostar no ensino da Língua aos mais jovens.

Café Portugal - Em Junho último a associação que preside organizou um dia de homenagem à Lusofonia em Olivença. No fundo um dia de memória à língua portuguesa que contou com o apoio do Ayuntamiento de Olivença. Gostaríamos que pormenorizasse.

Joaquín Fuentes Becerra – A Além Guadiana tem tido sempre uma boa e aberta relação com a autarquia e os diferentes representantes políticos de Olivença. Após a criação da associação, em Março de 2008, apresentámo-nos a todas as instituições culturais e políticas locais com o objectivo de explicar o sentido da associação, os nossos fins e actividades a desenvolver. Apesar de ser uma entidade jovem, com pouco mais de dois anos, temos desenvolvido um grande número de actividades, como as primeiras Jornadas sobre o Português Oliventino, a criação de um website e um blogue para a difusão da Além Guadiana e a cultura lusófona, eventos musicais, etc. Tudo sempre em linha com a cultura portuguesa e com uma grande aceitação popular. Depois, chegaram outras iniciativas como a recuperação dos velhos nomes das ruas em português ou a realização de um espaço dedicado ao mundo lusófono, o «Lusofonias». Ambos os projectos foram apresentados à Câmara e às instituições políticas de Olivença e contaram com um apoio unânime.


Também temos desenvolvido actividades em colaboração com os professores de português da escola «Francisco Ortiz» para a divulgação do português que se fala em Olivença. Estas iniciativas não teriam sido desenvolvidas sem a participação directa das instituições oliventinas, sendo indicativas de uma grande receptividade. Para a nossa associação são muito importantes os canais de comunicação locais, bem como o envolvimento da população oliventina nos diferentes projectos. Não teria sentido promover actividades sem conexão com a povoação. E se o temos conseguido, até agora, é pela nossa maneira altruísta de contribuir para o desenvolvimento cultural, pela forma sempre construtiva de apoiar iniciativas, pela visão integradora das nossas propostas, pela desvinculação política da nossa actividade e pelo interesse colectivo dos próprios projectos. A iniciativa de recuperação dos nomes ancestrais das ruas em português, foi mais um exemplo, pois foi exposta com uma visão didáctica, cultural e turística com um elevado simbolismo.

C.P. - Olivença está há dois séculos sob administração espanhola. De que forma, hoje, os oliventinos se mantêm ligados a Portugal?

J.F.B. - Para além das fronteiras políticas estão os espaços culturais. Até meados do século XX, século e meio após a mudança de nacionalidade, Olivença tinha culturalmente maiores semelhanças a Portugal do que a Espanha, no âmbito linguístico, etnográfico, das tradições. Nessa altura nasceram os últimos luso falantes e desde então houve um processo mais rápido de debilidade das raízes culturais. A realidade da Olivença de hoje é diferente da realidade de há cinquenta ou cem anos. Porém, actualmente os oliventinos em termos gerais olham de maneira positiva para o seu passado e, embora os mais jovens não tenham vivido a cultura portuguesa da mesma forma que os pais, olham para Portugal com uma crescente curiosidade, com menos complexos e maior abertura. Este aspecto é novo, pois as gerações anteriores, por razões complexas, olhavam para Portugal com uma maior distância e alguns preconceitos. Pessoalmente, penso que a mudança identitária de Olivença foi um processo longo e complexo. Apesar das emigrações a maior parte da população oliventina ficou em Olivença depois de 1801, mantendo fortes laços pessoais, culturais e sentimentais com Portugal. Com o passar dos anos, as ancestrais ligações com Portugal começaram a perder-se e os oliventinos tiveram de iniciar a construção de novas ligações com Espanha e criar novas referências culturais. Ainda que os oliventinos tenham consciência do passado português, foi muito o que se perdeu no caminho.

C.P. - Como se pode recuperar esse muito que se perdeu?

J.F.B. - Na associação Além Guadiana, achamos que a melhor maneira de recuperar caminhos perdidos é através dos sentidos, das emoções, dos pequenos e grandes descobrimentos da nossa história desconhecida e dos novos laços com Portugal, degustando a sua gastronomia, conhecendo as suas paisagens e povos, fazendo novas amizades, conversando em português além e aquém Guadiana. Recentemente, no âmbito do primeiro certame das «Lusofonias», teve lugar uma Leitura Pública Contínua em Português, onde numerosos oliventinos de todas as idades, incluindo os representantes de todos os partidos políticos, leram textos de Camões, Pessoa, Saramago, Florbela Espanca e outros expoentes das letras portuguesas, incluindo quadras tradicionais de Olivença e autores oliventinos como Ventura Abrantes ou Caetano da Silva e Soutomaior, poeta oliventino do século XVIII conhecido como o Camões do Rossio. Foi um acto sem precedentes, popular e emotivo, que mostra grande abertura e novas maneiras de olhar a Portugal.

«Cidade das duas culturas»

C.P. - Olivença é comummente referida como «cidade de duas culturas».
À luz do que acaba de referir os oliventinos vivem, de facto, hoje, essas duas formas de identidade?

J.F.B. - «Cidade de duas culturas» é um termo criado e alimentado pelos próprios oliventinos numa frase que procura expressar o carácter dual e a riqueza da nossa cultura. Mas, também, é uma declaração de intenções que não reflecte uma realidade completa. Temos um património monumental de herança portuguesa bem preservado mas uma grande parte da cultura imaterial, especialmente a língua, que é a cultura viva que conversa nas cozinhas e transita pelas ruas, está a desaparecer. Na verdade, há uma cultura vigorosa e dinâmica que se expressa em castelhano e outra cultura, a portuguesa, que está bem visível nas igrejas, nas muralhas, mas muito debilmente na língua. E a língua é tudo. Os oliventinos têm de conquistar verdadeiramente o qualificativo «duas culturas». Não podemos ter duas culturas se uma delas não se pode expressar através das palavras, só das pedras mudas. A Além Guadiana nasceu com o objectivo de promover a parte mais débil do património oliventino e para contribuir à projecção do enorme legado que nos deixou Portugal. A maior parte do que somos o devemos a Portugal.

C.P. – Na realidade poucos habitantes com menos de 65 anos falam o português…

J.F.B. - Em Olivença o português fala-se desde finais do século XIII até hoje. Em meados do século XX, a maioria dos oliventinos eram bilingues mas tinham na língua de Camões a sua língua materna. É nesta altura quando, por diversas razões, os pais deixam de falar aos filhos em português. Os últimos nascidos lusos falantes são os velhos de hoje. O português encontra-se hoje em camadas etárias de mais de 65 anos e é fácil adivinhar o seu futuro em 15 anos. Se não há uma aposta forte em relação à língua portuguesa em Olivença, nas suas aldeias vai desaparecer em poucos anos. Já desapareceu em Tálega, antiga aldeia de Olivença, num avanço do que significa uma enorme perda cultural.

C.P. – Referiu que a associação a que preside tem desenvolvido iniciativas com vista à promoção da língua portuguesa. Para além do «Lusofonias» pode-nos especificar?

J.F.B. - A petição à Junta da Extremadura para a declaração do Português em Olivença como Bem de Interesse Cultural, acções de divulgação, propostas para que os cartazes turísticos e a difusão cultural sejam bilingues. Achamos difícil, mas possível, a recuperação da língua de Camões em Olivença, fazendo uma aposta forte pelo ensino dos mais jovens. Existem experiências de outras línguas minoritárias em condições muito complicadas que conseguiram ser recuperadas. Mas este processo só pode ser iniciado com os próprios oliventinos, ganhando consciência sobre o valor do que temos e defendendo o que não desejamos perder. A sensibilização cultural é tão fundamental como o melhor conhecimento da nossa história portuguesa, da qual fizemos parte ao longo de meio milénio. Os nossos velhos acham que Olivença foi trocada por Campo Maior e poucos sabem que os Gamas descendem de Olivença. Temos uma extraordinária história e o papel de Olivença em Portugal foi verdadeiramente invulgar na construção da nação portuguesa, na aventura ultramarina, na Guerra de Restauração, na criação artística... Todo um passado à espera de ser melhor conhecido por nós e com uma grande projecção de futuro.

C.P. – De há um tempo a esta parte o português começou a ser associado em Olivença a uma língua estratégica, por exemplo para o turismo. Houve, com isso uma mudança institucional?

J.F.B. - Nos últimos dois séculos a língua portuguesa não contou com nenhum apoio institucional, salvo nos últimos tempos. Com a mudança de nacionalidade a língua de referência no âmbito educativo e administrativo passou a ser o castelhano. O português manteve-se exclusivamente ao longo de todo este tempo graças à vontade dos oliventinos, que se mantiveram ligados à sua língua materna, às raízes dos seus antepassados, num extraordinário exemplo de preservação cultural. Em meados do século XX era a língua popular, quase todos falavam o português mas não o escreviam pois foi unicamente a transmissão oral, e não o ensino nas escolas, o meio de aprendizagem.

Com a ditadura intensifica-se a associação conceptual das línguas espanholas e portuguesa, a primeira, ensinada na escola, ficava ligada à língua de promoção social, à da gente mais culta, ao futuro, e a segunda às classes mais populares, aos que tinham um menor aceso à educação, ao passado. Nas últimas décadas há uma certa mudança na maneira de olhar para o português e começam a existir algumas iniciativas interessantes, por exemplo cursos de português, mas com um baixo impacto real no sentido de inverter o processo de extinção da Língua. E, nos últimos anos, assistimos a uma mudança muito mais notável da mentalidade, não só em relação à língua mais também com tudo aquilo relacionado com a nossa herança portuguesa, especialmente em gerações mais jovens. A língua portuguesa começa a ser vista como um valor cultural muito importante para Olivença e, também, como uma língua estratégica para o turismo, relações comerciais e pessoais, etc. Paralelamente, há uma maior implicação das instituições na promoção do português, que é já língua de ensino obrigatório numa das escolas primárias de Olivença com a participação do Instituto Camões.

Tudo está a mudar, mas faz falta uma aposta mais forte pelo português, que não é uma língua estrangeira em Olivença. O português pertence ao mais profundo da nossa cultura e, na medida que os nossos velhos o falem, ainda pertencemos, também, ao âmbito da Lusofonia. E desejamos continuar a pertencer.

Património português

C.P. – Como sublinhou não é apenas a Língua que identifica o passado português em Olivença. Há a calçada, a arquitectura manuelina, a fisionomia das casas…

J.F.B. - O património monumental é quase todo português: conventos, casas notáveis, muralhas e obras de mestre como a manuelina igreja da Madalena. E, também, a base da gastronomia, das festividades, das tradições, da dança, da música...

Os portugueses que visitam os monumentos de Olivença sentem-se como em casa e identificam-se com os azulejos setecentistas da Misericórdia, com os retábulos joaninos e também percebem a influência espanhola em outros aspectos. E os espanhóis sentem esse ar diferente da cidade, esse sabor português tão particular. Mas, também há um super-estrato cultural de origem hispano, que é muito forte pois os oliventinos de hoje nascem e crescem num contexto onde todas as referências culturais foram espanholas. É neste aspecto quotidiano, visível na cultura popular, na língua, ambiente, nos gostos musicais, nos novas costumes, etc., onde a cultura espanhola é inegavelmente dominante. Não podemos esquecer a cultura portuguesa mas também não devemos renunciar à herança cultural espanhola. A letra «ç» de Olivença e a «z» de Olivenza foram sempre contempladas de uma maneira antagónica.

Nós achamos que utilizar ambas é contribuir para a riqueza cultural oliventina.

C.P. – Como olha para as posições do estado português em relação à questão de Olivença ao longo das últimas décadas?

J.F.B. - Sobre Olivença têm-se escrito muito, desde posições discrepantes sobre aspectos políticos e territoriais. Porém, a associação Além Guadiana não está interessada neste âmbito, nem está dentro dos fins e actividades estatutárias.

Reivindicamos o mais importante: a cultura. Achamos que na cultura podem e devem concordar todos. Não entendemos que a cultura oliventina tenha que pagar o preço de possíveis desencontros em outros âmbitos. Não conhecemos se há alguma posição do Estado Português ou se alguma vez se manifestou em relação à cultura portuguesa em Olivença. Mas, neste sentido, os oliventinos estão a fazer um esforço para valorizar as nossas raízes portuguesas. Nada seria mais belo e bem recebido que o compromisso das instituições portuguesas no apoio à valorização da nossa herança cultural que, também, é património de Portugal e do mundo lusófono.