En el caso de María Cecilia se divide como Klein comenta en las siguientes ideas las siguientes ideas, explícitas en su ensayo de 1949 Envidia y Gratitud[1], en la base del texto escrito antes, que es una combinación de lo escrito por Deborah Fleischer y los escritores de este libro.
Lo que María de Botalcura sufre es de depresión. La depresión necesita de ser definida. Según el Instituto de Salud Mental, el trastorno depresivo es una enfermedad que afecta el organismo (cerebro), el ánimo, y la manera de pensar. Afecta la forma en que una persona come y duerme. Afecta cómo uno se valora a sí mismo (autoestima) y la forma en que uno piensa. Un trastorno depresivo no es lo mismo que un estado pasajero de tristeza. No indica debilidad personal. No es una condición de la cual uno pueda liberarse de forma voluntaria.
Para saber más sobre la depresión[2], ver los comentarios del Instituto referido en la página Web, citada al pié de página.
Si María Cecilia sufre de depresión, incrementada en su crecimiento por la relación que tuvo en pequeña con su madre y que aumentó en la medida del crecimiento, varios de los sentimientos o hechos, listados en nota al pié de página, pueden haber acontecido. De hecho, la terapeuta tiene comentado en reunión de equipo, que María de Botalcura sufría de síntomas relacionados con el sueño, es una mujer muy ansiosa, perdida de placer y de entretenimiento. Las formas de comunicación con otros seres humanos, es de compasión y protección. También, tiene orgullo de su familia y habla de ella, pero no con mucho entusiasmo. El genograma que ha hecho para estas entrevistas, acaba por mostrar falta de información doméstica. Sin embargo, se preocupó de investigar y sobre su familia más próxima, tiene mejor información. No es extraño, las personas jóvenes poco saben de sus parientes, especialmente porque viven muy distantes y no hay comunicación permanente. O la comunicación es segada, como se observa en las entrevistas, al tentar los parientes mostrar lo mejor de ellos[3].
El genograma de María de Botalcura, tiene información para las personas de casa, pero muy poca para las más distantes. La genealogía de María Cecilia no es sólo heterogénea, bien como un secreto bien guardado. El genograma es sesgado: la mayor parte de la familia esconde sus relaciones eróticas, como la que aconteció entre su tío de 20 años con sobrinas de cinco años, de prima de 15 con prima de 8, de primo de 13 con prima de 10, etc., como, he referido en el texto central. El secreto más guardado es el que parece ser el de su padre con su madre: con su madre grávida de otro señor, cuya identidad se desconoce y cuya realidad como hecho, no es bien seguro. Esta realidad está ya referida antes e incrementa la rabia de María de Botalcura por dejarse cazar por una señora, y con él, por aceptar una relación, en su ética catequismo inmoral a contrariar siempre a la catequista encargada de enseñar la doctrina[4].
Ésta reacción contra los padres trae una distancia, hasta pasar de la vida infantil a la vida adulta, especialmente cuando Roberto le pide más hijos, pasados 17 años del hijo Roberto, engendrado, con engaño y seducción del padre del niño y engaño de su madre a sus 12 años. La depresión de María Cecilia es paranoide: todos la persiguen y la quieren mal. La primera es la madre. Su suegra, no hay quien la aguante, excepto su hijo. Esa suegra es quien le ofrece, ropas, perfumes, todo tipo de regalos. La considera una mujer pobre, sin adornos, sin aderezos, quiere el marido no apenas regalos; todo lo que ella no usa... entrega.
Es lo que puedo decir y analizar con los datos que tengo…de momento
[1] Klein, Melanie, (1948)1957, Net1) El temor (del niño o niña, en este caso,) es haber dañado por el objeto y la ansiedad depresiva, que organiza una culpa no existente en la vida real, va acompañada de depresión por ese daño imaginario cometido al objeto persecutorio que organiza la manía depresiva y al objeto denominado paranoide .
2) El sujeto percibe sus impulsos destructivos dirigidos al objeto, el objeto se integra y es amado y odiado al mismo tiempo. Su consecuencia, como indiqué anteriormente, es la ambivalencia; es el amor y el odio no ya hacia objetos distintos (pecho bueno o pecho malo), sino hacia el mismo objeto.
Esta integración de objeto permite una mayor integración del yo. El objeto unificado es vivido como dañado. Sigue habiendo disociación entre un objeto total vivo y otro total dañado y moribundo.
La culpa devendrá duelo y la culpa llevará al concepto de reparación. Esta reparación permitiría creer en la posibilidad de la cura por el amor, pero se ve en los casos clínicos que Klein nos presenta, como esa reparación es siempre fallida.
La reparación forma parte de la posibilidad de sublimar y será lo que mantenga a raya la depresión. El duelo podría ser una forma de teorizar en Klein el tema del objeto perdido freudiano, que se transformará en un objeto que es necesario perder. Este duelo permitirá la identificación renovando la posibilidad de reconquistar los lazos con el mundo externo. ¿Cual es ese mundo externo? Es un mundo nuevo que aún no se entiende, especialmente entre los nativos. Esta idea de mundo externo y su enlace, proviene de los conquistadores españoles instalados en el Perú. Llamaban a la región austral como valle de Chile, término que se utilizó posteriormente para todo el territorio al sur del desierto de Atacama y que luego se convertiría en el país actual. No se sabe a ciencia cierta el origen del nombre de Chile, pero existen varias hipótesis. Según el Abate Molina proviene de trih o chi, palabra de origen mapuche con la que se llamaba a un pájaro de manchas amarillas en las alas. Para el cronista del siglo XVIII, Diego de Rosales, provendría del nombre del cacique que gobernaba el valle del Aconcagua hasta la invasión de los incas antes de la llegada de los españoles. El historiador Ricardo Latcham sostiene que el vocablo se debe a un grupo de indios mitimaes, llevados a Chile por los incas, que provenían de una región de Perú donde había un río bautizado con ese nombre. Una teoría anónima sostiene que el origen es aymara, ya que el inca Tupac Yupanqui habría dado esa denominación a las tierras conquistadas al sur del imperio inca, hasta el valle del Aconcagua. También se enseña que es el resultado de la onomatopeyización del sonido de un ave nacional llamada trile o que sea originaria de las palabras aimará ch'iwi, que significa helado, o chilli, o donde termina la tierra. La página Web http://www.google.pt/search?hl=pt-BR&q=posici%C3%B3n+esquizo-paranoide&btnG=Pesquisa+Google, tiene una explicación.
[2] Instituto (Español) Nacional de la Salud Mental: Depresión:
http://www.stayinginshape.com/3chsbuffalo/libv_espanol/m01s.shtml.
[3] la comunicación es sesgada, como se observa en las entrevistas, al tentar los parientes mostrar lo mejor de ellos, dar la impresión de una unión emotiva, en conjunto y alegre. Sin embargo viven separados, a pesar de Roberto visitar a su hijo a la hora de comer o salir con salir con él de paseo, sin la madre del niño.
[4] El secreto más guardado es el que parece ser el de su padre con su madre: con su madre grávida de otro señor, cuya identidad se desconoce y cuya realidad como hecho, no es bien seguro. Este secreto, fue la base de las disputas entre padres e hija, especialmente con la madre que no se supo defender de un hecho que no sabemos si era verdad o no.
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